domingo, 12 de abril de 2015

Fe Socavada

Comentarios Eleison 
Por su Excelencia Monseñor Richard Williamson 
N° 404, 11 de Abril de 2015 



Monseñor Richard Williamson



 Cuando la Fe no está en juego, ¿debe uno obedecer? 
 La fe de la Fraternidad está socavada hoy en día. 


           El editorial en un boletín reciente de un Priorato por un honorable colega de la Fraternidad San Pío X muestra una razón mayor del porqué los sacerdotes de la Fraternidad no están aún uniéndose a la “Resistencia” – ellos no creen aún que la Fe está en juego. Nos preguntamos que se necesitará para persuadirlos. Podemos estar seguros que los líderes en el Cuartel General de la XSPX están convencidos que ellos mismos no están cambiando la Fe y que ellos lo encuentran así tanto más fácil para continuar persuadiendo a los sacerdotes y laicos de la Fraternidad que ellos no están cambiando la Fe. Pero, si ellos tuvieran la verdadera Fe, ¿cómo podrían soñar con poner su defensa Lefebvriana bajo el control de los neo-modernistas en Roma? 

          El editorial se titula “Obedeciendo a Superiores Falibles”. Reconoce que la resistencia a Superiores falibles es legítima cuando la Fe está en juego, pero el énfasis del editorial está más bien en los límites a ser fijados para tal resistencia: la anarquía y falta de respeto a la autoridad nunca son legítimos; la obediencia a Superiores legítimos es esencial en cualquier sociedad; los Superiores tienen gracias especiales de estado; debe tenerse cuidado al advertir al rebaño que no puede hacer las distinciones necesarias; hay un peligroso espíritu de independencia en el mundo hoy en día (Benedicto XV); las apelaciones divisivas deben ser evitadas, etc. – los principios son impecables, el problema yace en su aplicación. 

          Por ejemplo, si bien huyendo de tales apelaciones, el editorial sin embargo reconoce que Pío IX denominó a los “Católicos liberales” como siendo los “peores enemigos” de la Iglesia. Ciertamente en cualquier crisis de la Iglesia, identificar y nombrar a los enemigos de la Iglesia, por ejemplo “Protestantes” en la Reforma, es un primer paso mayor para poder luchar contra ellos. Sin duda, el autor del editorial otorgaría eso donde la Fe está en juego, solamente él negaría que haya actualmente cualquier crisis de Fe dentro de la Fraternidad. Pero, Padre, ¿piensa usted que los liberales Católicos del siglo 19no que fueron objeto de la condenación de Pío IX hubieran negado un único Artículo de la Fe? Por el contrario, ellos hubieran vigorosamente afirmado su creencia en cada uno de tales Artículos. Y, sin embargo, ¿no hubieran ellos condenado con igual vigor el Syllabus de Errores de Pío IX? El problema para que una mente moderna sea católica yace no en el hecho que acepte o rechace una u otra verdad de la Fe sino en su subversión instintiva de todas las verdades cualesquiera, y esta espantosa disolución de la mente es, sin un milagro divino, un problema prácticamente insoluble para y de la Fe. 

          Y ha llegado a la cúpula de la Fraternidad. Padre, ¿reconoce usted que la “hermenéutica de la continuidad” de Benedicto XVI es equivalente a la suspensión de la ley de la no contradicción? Y, ¿ha estudiado usted el párrafo III.5 de la Declaración Doctrinal de Monseñor Fellay de Abril de 2012, un documento que él circunstancialmente “retiró” pero del cual nunca sustancialmente se retractó? Declara que las declaraciones no Tradicionales del Vaticano II deben ser interpretadas como Tradicionales. ¿No es eso un perfecto ejemplo de la “hermenéutica de la continuidad”, de la interpretación sobrepasando a la realidad? Entonces, ¿cree usted realmente que la Fraternidad no tiene problema de Fe, siendo que su Superior se une a Roma para suspender la ley de la no contradicción, y que tan felizmente como un pez nada en el agua, nada en contradicciones y en lo que Churchill graciosamente llamó “inexactitudes terminológicas”? 

         Por cierto, usted también dice que cualquiera que “duda que la jerarquía puede todavía existir en los comienzos del siglo 21ero se excluye a sí mismo de toda vida católica”. Distingamos. Si él lo duda por principio, uno puede estar de acuerdo con usted, pero si él está meramente relatando lo que observa en la práctica, ¿no puede ser que él está meramente observando la extensión un siglo más tarde de lo que usted cita a Benedicto XV ya entonces en 1914 observando como “el peligroso espíritu de independencia en el exterior”?  

         Kyrie eleison.