miércoles, 1 de julio de 2015

¿De qué sirve condenar en general y en términos vagos?


Monseñor Santiago B. Bossuet

“Porque ¿de qué sirve condenar en general y en términos vagos lo que reprueban todos los partidos, y quién no ve que una confesión de fe exige decisiones claras y precisas? 

Ciertamente si hubiéramos de formar juicio de las opiniones de ...NN...y de sus cohermanos sólo por esta confesión de fe, y si no se supiese, por otra parte, que no eran favorables (a la verdadera doctrina) podríamos creer que no están lejos de esta creencia: ellos se explican en términos lisonjeros para los que la tienen: ellos usan de un lenguaje tal, que fácilmente pueden evadirse, si se les estrecha; y en fin, podemos decir sin agraviarles, que en lugar de que ordinariamente se forman las profesiones de fe para proponer lo que se piensa sobre las disputas que turban la paz de la Iglesia, ellos al contrario, han hallado un medio de no decir nada con precisión sobre la materia de que entonces se trataba, empleando largos razonamientos y muchos circunloquios.

De aquí resultó un efecto singular; y fue que de los que se habían unido en esta profesión de fe, todos las cuales abrigaban entonces sentimientos contrarios, ..... abrazaron poco después sin escrúpulo la doctrina de la presencia real: tanto había logrado ...NN...con sus discursos ambiguos que se les doblasen los entendimientos hasta el punto de poder volver a todos lados...”

Tomado del libro de Monseñor Santiago Benigno Bossuet, “Historia de las variaciones de las iglesias protestantes”, Cap. EN EL AÑO 1530, punto XIII, pag. 92. Ed. Difusión, Buenos Aires. Según la edición revisada por el Pbro. Juan Díaz de Baeza, Barcelona, España en 1860.



Martín Lutero


Martín Bucero


Advertencia: 


El texto es un fragmento del punto XIII de la obra citada más arriba,  y han sido suprimidos algunos nombres de personajes históricos y puntos específicos de la discusión histórica (entre protestantes entre sí y con católicos, comienzo histórico de la herejía liberal-modernista), para adaptarlo a la situación presente que atraviesa la Fraternidad Sacerdotal  San Pio X fundada por Mons. Marcel Lefebvre. 

El lector advertido sabrá ubicar los nombres y la similitud de los hechos en el obrar de los que tuercen caprichosamente la doctrina para adecuarla a móviles puramente personales y políticos, ignorando la doctrina de la Fe. También puede aplicarse a los procedimientos empleados por la Iglesia Conciliar (llamativamente son los mismos que se emplean ahora en la FSSPX) para socavar los fundamentos y falsear la verdadera Iglesia de Cristo que es fiel a Él desde más de dos mil años. La historia se repite, de algún modo. Así que ya estamos ya advertidos.

Monseñor Marcel Lefebvre

Monseñor Bernard Fellay
¿apuntando para los dos lados?
Nadie puede servir a dos señores.